26.1.10

CARTA ABIERTA AL DR. VICTOR BENAMO, por el Ing. ALEJANDRO MOLINA

Carta abierta al Dr. Victor Benamo

Dr. Benamo, Ud. sabe de mi respeto y aprecio personal hacia su persona, surgida en los años de militancia cuando presidía la secretaría de acción política del partido, pero ahora Ud. es el presidente del Partido Justicialista de Bahía Blanca y en calidad de tal es que tengo la obligación de dirigirle esta carta.

Permítame usar la primera persona en esta carta para que no parezca que hablo en representación de otros, aunque creo ser la vos de muchos que no pueden, no saben o tienen miedo de hablar. Al igual que Ud. no exhibo título de funcionario público y vivo de mi trabajo, restándole tiempo a este para ejercer mi humilde acción militante en el campo del pensamiento y la docencia. Hemos compartido muchas tardes y noches delineando posibles acciones políticas tendientes a transformar el estado actual, no ya del partido, sino del peronismo de Bahía Blanca, lo acompañé en esa extraordinaria aventura que fue su candidatura a intendente en las internas del 2003, donde se logró imponer la representación de una minoría que no la había tenido hasta entonces, lo acompañé en la formación de Confluencia Sur ese proyecto donde logramos reunir a distintos sectores progresistas con un sentido político transversal y finalmente nos distanciamos políticamente, cuando no acepté ser parte de la interrupción institucional del gobierno municipal del Dr. Lopes, a pesar de haber sido uno de los primeros críticos a su gestión.

Hoy el partido al que pertenezco y que Ud preside, convalida sin sentido crítico las acciones de los gobiernos municipal, provincial y nacional, acciones que antes criticábamos en forma pública, hoy son masculladas entre compañeros que no se atreven a hablar o dichas por otros compañeros en círculos de amigos. Si quiere le puede dar ejemplo de algunas medidas que se han tomado y que no han merecido críticas por parte del partido, ya que si bien este tiene que guardar cierta consideración hacia su propio gobierno, la obligación del partido es con el pueblo y no con los gobernantes, aunque estos hayan surgido del propio partido.

Como primera medida, le puedo citar la designación de funcionarios en todos los niveles (municipal, provincial y nacional) en base a amistad o conveniencia y no como parte de la realización de un proyecto político en el que los funcionarios estén consustanciados (criterio que validaría, como empowerment, cualquier empresario). A no ser, que por la ideología que profesan muchos de ellos, estemos frente a gobiernos neoliberales y no populares y progresistas.

Los criterios de muchos proyectos realizados, se basan en criterios meramente economicistas e ignoran supinamente las necesidades de la gente. A nivel municipal el servicio de transporte público, manejado por ecuaciones de rentabilidad empresaria (costo del kilómetro recorrido en función de la cantidad de pasajeros) y no de la utilidad pública del servicio. A nivel provincial el tratamiento dado al tema de la falta de provisión de agua potable, donde a las falencias técnicas y de manejo de una crisis previsible y evitable, se suma el criterio de privar a la gente del suministro y mantener el mismo para uso industrial. A nivel nacional, solo me remitiré a citar el manejo de la última elección donde el dedo, las candidaturas testimoniales y candidatos impresentables en listas sábanas, permitieron la entronización de una oposición incoherente, sin proyecto, sin ideas y meramente obstruccionista, salvo contadas excepciones (Sabatella, Solanas o Woscoff, de las que me acuerdo). Omitiré mencionar el tren bala, el conflicto con el campo, el INDEC, la inseguridad, el clientelismo de los planes sociales, la mala calidad del sistema de educación pública, la utilización de reservas para el pago de deuda externa, el pago de deuda externa ilegal, el manejo de las políticas ambientales, etc.

El Partido Justicialista que muchos peronistas soñamos (y quiero creer que Ud. también) no debe tener una actitud de acompañamiento irrestricto, sino un acompañamiento crítico que haba reflexionar al gobierno sobre desviaciones ideológicas o posibles errores en la gestión de gobierno. Si no hay critica, el partido pierde credibilidad ante la ciudadanía y agota su posibilidad de presentar nuevas opciones electorales, quedando en mano de las camarillas gobernantes que eligen sus propios sucesores y conforman los nuevos órganos de gobierno del partido, silenciando para siempre las críticas de sentido constructivo, reemplazándola por actitudes obsecuentes en aras de una mal entendida lealtad partidaria que mas se parece a una ley de omertá.

Dr Benamo, hoy Ud tiene la posibilidad de cambiar el rumbo que ha tomado el Partido Justicialista en Bahía Blanca y orientarlo a ser el partido que muchos pensamos alguna ves que debería ser: con participación popular, con muchos jóvenes, con nuevas y renovadas ideas, con las buenas y viejas tradiciones, con capacidad de critica y autocrítica, con renovación constante de dirigentes y trasvasamiento generacional, con formación de cuadros políticos y técnicos que puedan ocupar funciones en distintos ámbitos gubernamentales y con tantas otras cosas que sería largo de enumerar. Yo, y quizás muchos compañeros más, no vemos en el partido mas que oportunistas, representantes de grupos de poder, los mismo peronistas de siempre que buscan recuperar una mística política ausente, los que, por años mantienen una tradición partidaria mas obstinada que racional y quienes observan desesperanzados un partido que no ofrece posibilidades de participación, salvo adhiriendo a las actuales tendencias de los grupos de poder. No pienso decirle que hay que hacer, porque Ud. ya lo sabe, si no puede hacerlo, dé un paso al costado y permitamos recordarlo como el gran dirigente que fue, o si lo necesita: pídanos ayuda, sabe que siempre podrá contar con muchos de nosotros para producir el cambio que necesita el partido. Si decide que no es necesario cambiar nada, me tendrá como adversario, nunca como enemigo, ya sea dentro del partido o fuera de él, si no se dan las condiciones que permitan el desarrollo de una corriente opositora. Sabe que no comulgo y comulgaré con el actual estado de cosas y que tampoco hay tiempo para esperar, nadie hará por nosotros lo que nosotros no hagamos.

Lo saluda con el afecto de siempre, su compañero.


Ing. Alejandro Molina

11.1.10

Seamos como San Martin y el soldado del polvorin del Plumerillo

Muchas veces la gente y las circunstancias pretender presionarnos para que actuemos en contra de los valores y a favor de espurios intereses.
Tenemos de sobra espejos donde buscar imagenes y reflejos impecables en nuestra patria, aunque tengamos que buscar siglos atras, como en las anecdotas sobre el General San Martin.-
San Martín designó un soldado para que vigilara la entrada del polvorín con una orden: nadie debe pasar al polvorín con botas de suela; una noche el mismísimo general se presento y pidió pasar obteniendo como respuesta un NO por parte de su fiel soldado. Este recibió una medalla por su fiel cumplimiento".

La inagotable energía de este hombre hacía que el ejército de los Andes crecía a pasos agigantados, nada estaba librada al azar; participaba en la preparación de la comida, compartía la mesa con oficiales y soldados, intervenía en los ejercicios matinales a veces como instructor y otros como partenaire en el manejo de la espada.Dictó numerosas ordenanzas que penaban faltas y delitos cometidos por los subordinados y así desalentó a los espías y traidores."Solía disfrazarse de paisano y así se presentaba delante de los centinelas proponiéndoles deslealtades como; que vendan armas, que deserten, etc."
Pero la lealtad de sus hombres era tal que estuvo a punto de ser degollado y solo se salvó por gritar dando a conocer su nombre".Para llegar a la cantidad prevista de 4000 efectivos pretendió incorporar a negros esclavos, pertenecientes a familias pudientes y a congregaciones religiosas, pero nadie estaba de acuerdo en cederlos; San Marín - difundió una noticia falsa sobre la abolición de la esclavitud y sugirió que era preferible un rasgo de generosidad antes que una ley los obligara a cederlos, así consiguió la libertad de las dos tercera partes de los esclavos negros aptos para las armas.Muchas fueron las tretas ideadas por San Martín para desorientar al enemigo. Todos tenían la misma finalidad: desorientar a las autoridades chilenas por ejemplo pretendió hacer creer al presidente de la real audiencia de Chile, Francisco Marcó del Pont que la invasión se producirá por el sur para debilitarlo, utilizando para ello a los indios Pehuelches ya que sabia que llegaría seguro a los oídos de los españoles. Entonces los invito a conferenciar durante 8 días y previó regalos tales como licor y otros, y les pidió permiso para cruzar a Chile a través de su territorio.También hizo llegar a oído de lo españoles que construiría un puente sobre el Río Diamante y que los indios se sumaría al ejercito. Esto alarmó a los españoles cosa que San Martín quería que así ocurriera. San Martín necesitó verificar el estado de los caminos del lado Chileno y, en particular, si los realistas habían levantado fortificaciones. Confío en la lealtad y en la prodigiosa memoria del sargento Mayor José Alvarez Condarco. Le asigno la misión de hacer un relevamiento del terreno con precisión sin volcar en papel datos y croquis, ya que si lo capturaban con ellos sería fusilado en el acto.
Lo mando de uniforme portando un portapliegos de charol negro escoltado por dos granaderos y una corneta y le dijo: "no ignoro que la osadía le costará el pellejo a mi emisario y por eso lo mando por el de los Patos".Condarco llegó al primer destacamento español del lado Chileno. Simuló estar exhausto y para la noche seguiría su camino aunque la oscuridad le impediría observar el primer tramo del descenso de las cumbres al llano. Al despuntar partieron rumbo a Santiago.Marcó del Pont quiso fusilarlo, pero aceptó las advertencias de su gabinete de que así violaría la inmunidad prevista por las leyes de guerra. Ordenó que se expulsara el mensajero y que los papeles se quemaren en la plaza pública. La respuesta que envió a San Martín incluyó una frase ofensiva: "Yo firmo con la mano blanca y no como la de V. S. que es negra..."En la batalla de Maipú Marcó del Pont cayó prisionero y San Martín lo saludó con estas palabras: "Señor general venga esa mano blanca".
Algunos de los libros utilizados:
- Vida de San Martín, por Domingo Faustino Sarmiento- La Historia Patria y la Acción de sus armas, por Cnel. Leopoldo R. Ornstein- Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana, por Bartolomé Mitre- Los Granaderos de la Libertad del Editorial Billiken
Conclusión:
San Martín se distinguió por su carácter y por su renunciamiento.Subordinó siempre sus intereses personales y su comodidad al ideal que fuera como estrella que orientara toda su vida: el cumplimiento.En ello estriba principalmente su grandeza moral, ya que es un ejemplo para todas sus generaciones, la forma en que supo llevar a la práctica sus profundas convicciones morales, fruto de su profunda fe religiosa. Imitar su ejemplo es engrandecer a la Patria.

10.1.10

Alejandro Dolina, escribe sobre el conocimiento y aprendizaje

LA AVENTURA DEL CONOCIMIENTO Y EL APRENDIZAJE

La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos. Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces. En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse. Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad. Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero. Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente- la adquisición de conocimientos. En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez: "....haga el bachillerato en 6 meses, vuélvase perito mercantil en 3 semanas, avívese de golpe en 5 días, alcance el doctorado en 10 minutos....."

Quizá se supriman algunos... detalles. ¿Qué detalles? Desconfío. Yo he pasado 7 años de mi vida en la escuela primaria, 5 en el colegio secundario y 4 en la universidad. Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas. Y no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí me llevó decenios. ¿Por qué florecen estos apurones educativos? Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente. A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado. Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios.
A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros. Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela. Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número. Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las "señoritas livianas", los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que no ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.

Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas. O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros. Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio. Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio. Quieren sorprender a sus amigos tocando "Desde el Alma" sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro.
Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece. Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa. Emprenda una carrera corta. Triunfe rápidamente.

Gane mucho "vento" sin esfuerzo ninguno.
No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco. Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable. ¡No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera!El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuanto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas. "Nunca termina uno de aprender" reza un viejo y amable lugar común. Y es cierto, caballeros, es cierto. Los cursos que no se dictan: Aquí conviene puntualizar algunas excepciones. No todas las disciplinas son de aprendizaje grato, y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración. Hay cosas que deberían aprenderse en un instante. El olvido, sin ir más lejos. He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir). Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari. Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. "Olvide hoy, pague mañana". Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente.

Otro curso muy indicado sería el de humildad. Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone. Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos. Tal es el caso de los "sistemas para enseñar lo que es bueno", "a respetar, quién es uno", etc.Todos estos cursos comienzan con la frase "Yo te voy a enseñar" y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes. Elogio de la ignorancia: Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego. Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido. Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba. Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie. Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida. De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda. Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo. "Aprenda a tocar la flauta en 100 años"."Aprenda a vivir durante toda la vida"."Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero. Ni siquiera la sabiduría. Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje".
ALEJANDRO DOLINA