Los medios masivos de comunicación son artífices de las imágenes colectivas de las instituciones: gremios, gremialistas, piqueteros, ñoquis. Cada uno va quedando entonces en convenientes estereotipos. Convenientes para esta forma de comunicación donde si el titular dice "el gobierno decidió desprenderse de 1000 empleados públicos de la ciudad", el comunicador y los receptores entienden sin más palabras que "los buenos de los gobernantes no demagógicos eliminaron a 1000 ñoquis que vivían de arriba, del estado, de nuestro dinero"
Si la nota muestra a un dirigente sindical cuestionando los despidos, la interpretación a través de la construcción de las definiciones instaladas es que "defiende a los ñoquis para que no le recorten el poder".
Porsupuesto que la responsabilidad de la instalación de estos mensajes es mucho más amplia y profunda que la pluma de los que hoy escriben. El tratamiento a este mal, es largo y dificultoso, porque somos comunicadores fuera de monopolios u oligopolios, porque muchos ciudadanos honestos se criaron al son de estas definiciones, y las terminaron creyendo, y nos miran asombrados o escépticos cuando tratamos de hacer debate y reflexión en el lugar de trabajo, en la reunión social. (Se acordarán de esto los mayores de 55: la charla por encima de la tele, el tiempo para discutir en un bar, la juventud conocedora y partícipe de la realidad..Contrastes con el hoy)
Por esto tenemos el deber y el derecho de hablar de lo que se intenta ocultar con titulares. Moyano, el lider Cegetista se pone donde tiene que estar: en la defensa del derecho al trabajo, en sostener a miles de personas y sus familias, que obtuvieron el ingreso a la sociedad del siglo XXI. Más allá del dinero mensual que perciben estos trabajadores, hoy despedidos por cuestiones absolutamente ideológicas, se encuentra todo el tramado que no es ostensible para los sectores ABC1. Este trabajo que defienden los dirigentes sindicales que se precien de tales, es también acceso a la salud para un grupo familiar, es seguridad e higiene en el puesto, es medicamentos al 100% en caso de accidente, es vacaciones pagas, es posibilidad de participar en asambleas, es aporte jubilatorio, es pensión por invalidez, es cobertura por discapacidad, son guardapolvos y útiles a principios de año, y ayuda escolar en el recibo de sueldo; es inclusión y dignidad.
No es lo mismo 700 $ de trabajo en blanco que el equivalente o más, recolectados en negro. No es lo mismo para la sociedad, tal vez intangible, y tampoco para este hombre y esta mujer de 40 años, con dos hijos, tangibles como vos y yo.
Cuando decimos, esta caída de empleos es puramente política, no nos referimos, (aunque también puede ser una de las causas), a que despidieron a trabajadores nombrados por el gobierno anterior; sino que es el posicionamiento ideológico de Macri y su equipo . Hete aquí la prueba de que sí se debe votar por ideologías, ya que no son recursos de la filosofía, o palabras obsoletas. La ideología se traduce en decisiones cotidianas. Neoliberalismo, precarización laboral, beneficios monopólicos, lobbys empresariales son los sistemas de ideas y los actos que los separan a ellos de nosotros.
En ese nosotros porsupuesto que están los Dirigentes Sindicales comprometidos con la estabilidad laboral y el salario de sus representados. Lo demás, es cartón piedra para la venta del tabloide. La nota, lo importante es la dirigencia sindical del siglo XXI continuando con los caminos que marcan las bases, y ahí está el Secretario General de los Municipales de la capital con los trabajadores, y con otros líderes gremiales, defendiendo lo que corresponde.
Con tristeza e indignación comparo lo que acaeció en julio de 2006 en Bahía Blanca, una ciudad con un perfil social y de pensamiento muy parecido a Capital, cuando el Intendente despidió a más de quinientos entre empleados temporarios y planes de empleo local. La actitud del ejecutivo fue la misma: priorizar que los números cierren por encima de las vidas de los beneficiarios de la política pública, mostrar una estrategia de político-económica de mercado; y poner en el inconsciente colectivo que los despedidos eran personas que no cumplían función alguna. El diario más masivo de la ciudad y sus lectores cautivos compraron gozosos esta teoría.
Tristeza e indignación siguió al desempleo, que jamás puede ser paliado con un juicio laboral, que trae tarde y mal una indemnización que nada tiene que ver con el vivir y comer de cada día, de este hombre, esta mujer que dependen de esa labor para sostenerse dentro de la sociedad; aunque lo más triste fue el desempeño del sindicato de Trabajadores Municipales, con su Secretario General Francisco Rech, que jamás se paró en una tribuna para ponerse al lado de sus representados, jamás pidió una audiencia con el ejecutivo para buscar una salida digna para los empleados. Un Secretario General que pareciera haber arreglado su sueldo de categoría de Director con todos los gobiernos de turno, para garantizarles luego a sus patrones, que la "masa laburante" no pida, no opine, no proteste.
Contrastes. Aún con las similitudes idiosincráticas de la Capital y de Bahía Blanca, vemos como el Sindicalismo puede ser la herramienta de representación y resistencia al atropello en los derechos, o el arma traicionera de los Reinafé, el enemigo interno que entregó a Güemes.
Reflexión y trabajo. También en el siglo XXI todo esto tiene claro y trascendental significado. Personeros de intereses privados, neoliberales y cipayos en una vereda; trabajadores, sindicalistas por convicción y el proyecto nacional y popular estamos en esta otra.-
Violeta Torres
Agrupación Encuentro Militante
Bahía Blanca
Si la nota muestra a un dirigente sindical cuestionando los despidos, la interpretación a través de la construcción de las definiciones instaladas es que "defiende a los ñoquis para que no le recorten el poder".
Porsupuesto que la responsabilidad de la instalación de estos mensajes es mucho más amplia y profunda que la pluma de los que hoy escriben. El tratamiento a este mal, es largo y dificultoso, porque somos comunicadores fuera de monopolios u oligopolios, porque muchos ciudadanos honestos se criaron al son de estas definiciones, y las terminaron creyendo, y nos miran asombrados o escépticos cuando tratamos de hacer debate y reflexión en el lugar de trabajo, en la reunión social. (Se acordarán de esto los mayores de 55: la charla por encima de la tele, el tiempo para discutir en un bar, la juventud conocedora y partícipe de la realidad..Contrastes con el hoy)
Por esto tenemos el deber y el derecho de hablar de lo que se intenta ocultar con titulares. Moyano, el lider Cegetista se pone donde tiene que estar: en la defensa del derecho al trabajo, en sostener a miles de personas y sus familias, que obtuvieron el ingreso a la sociedad del siglo XXI. Más allá del dinero mensual que perciben estos trabajadores, hoy despedidos por cuestiones absolutamente ideológicas, se encuentra todo el tramado que no es ostensible para los sectores ABC1. Este trabajo que defienden los dirigentes sindicales que se precien de tales, es también acceso a la salud para un grupo familiar, es seguridad e higiene en el puesto, es medicamentos al 100% en caso de accidente, es vacaciones pagas, es posibilidad de participar en asambleas, es aporte jubilatorio, es pensión por invalidez, es cobertura por discapacidad, son guardapolvos y útiles a principios de año, y ayuda escolar en el recibo de sueldo; es inclusión y dignidad.
No es lo mismo 700 $ de trabajo en blanco que el equivalente o más, recolectados en negro. No es lo mismo para la sociedad, tal vez intangible, y tampoco para este hombre y esta mujer de 40 años, con dos hijos, tangibles como vos y yo.
Cuando decimos, esta caída de empleos es puramente política, no nos referimos, (aunque también puede ser una de las causas), a que despidieron a trabajadores nombrados por el gobierno anterior; sino que es el posicionamiento ideológico de Macri y su equipo . Hete aquí la prueba de que sí se debe votar por ideologías, ya que no son recursos de la filosofía, o palabras obsoletas. La ideología se traduce en decisiones cotidianas. Neoliberalismo, precarización laboral, beneficios monopólicos, lobbys empresariales son los sistemas de ideas y los actos que los separan a ellos de nosotros.
En ese nosotros porsupuesto que están los Dirigentes Sindicales comprometidos con la estabilidad laboral y el salario de sus representados. Lo demás, es cartón piedra para la venta del tabloide. La nota, lo importante es la dirigencia sindical del siglo XXI continuando con los caminos que marcan las bases, y ahí está el Secretario General de los Municipales de la capital con los trabajadores, y con otros líderes gremiales, defendiendo lo que corresponde.
Con tristeza e indignación comparo lo que acaeció en julio de 2006 en Bahía Blanca, una ciudad con un perfil social y de pensamiento muy parecido a Capital, cuando el Intendente despidió a más de quinientos entre empleados temporarios y planes de empleo local. La actitud del ejecutivo fue la misma: priorizar que los números cierren por encima de las vidas de los beneficiarios de la política pública, mostrar una estrategia de político-económica de mercado; y poner en el inconsciente colectivo que los despedidos eran personas que no cumplían función alguna. El diario más masivo de la ciudad y sus lectores cautivos compraron gozosos esta teoría.
Tristeza e indignación siguió al desempleo, que jamás puede ser paliado con un juicio laboral, que trae tarde y mal una indemnización que nada tiene que ver con el vivir y comer de cada día, de este hombre, esta mujer que dependen de esa labor para sostenerse dentro de la sociedad; aunque lo más triste fue el desempeño del sindicato de Trabajadores Municipales, con su Secretario General Francisco Rech, que jamás se paró en una tribuna para ponerse al lado de sus representados, jamás pidió una audiencia con el ejecutivo para buscar una salida digna para los empleados. Un Secretario General que pareciera haber arreglado su sueldo de categoría de Director con todos los gobiernos de turno, para garantizarles luego a sus patrones, que la "masa laburante" no pida, no opine, no proteste.
Contrastes. Aún con las similitudes idiosincráticas de la Capital y de Bahía Blanca, vemos como el Sindicalismo puede ser la herramienta de representación y resistencia al atropello en los derechos, o el arma traicionera de los Reinafé, el enemigo interno que entregó a Güemes.
Reflexión y trabajo. También en el siglo XXI todo esto tiene claro y trascendental significado. Personeros de intereses privados, neoliberales y cipayos en una vereda; trabajadores, sindicalistas por convicción y el proyecto nacional y popular estamos en esta otra.-
Violeta Torres
Agrupación Encuentro Militante
Bahía Blanca
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