
26.7.10
Ella siempre vuelve

13.7.10
Invitación a los Compañeros
DECLARACIÓN DE TUCUMÁN
Nadie puede negar la injusticia de un sistema de dominación, que planteó a la globalización como la panacea de todos los males, mientras miles de millones de personas en todo el planeta eran excluidas económica, política y culturalmente.El capitalismo financiero entró en su crisis más profunda. El capital parasitario y especulativo es como un cáncer que no sólo afectó a los países dependientes (México, Corea del sur, India, Brasil, Rusia, Turquía, Argentina, etc.) ahora fue directamente al centro del Imperio poniendo en crisis las economías de EEUU, Inglaterra y Europa. A contrapelo de las políticas de ajuste o liberalización -que ahora toman los países centrales como bandera para resolver sus problemas-, se fue construyendo en Nuestra América otro proyecto político. Desde el Rió de la Plata hasta el Caribe, Republicas hermanas latinoamericanas van construyendo en su práctica un camino distinto del que les propone el Imperialismo Financiero Global. Un camino propio tiene sentido en el objetivo de la Grandeza de la Patria y la Felicidad del Pueblo. En cada plano nacional ese proyecto no se construye sino en disputa con los que se aferran a los privilegios detentados en el apogeo del neoliberalismo. La sociedad se polariza en torno a proyectos de país que se van haciendo antagónicos. En la Argentina, la reacción financiera intenta impedir la profundización necesaria del proceso político abierto el 25 de mayo de 2003. Con Kirchner los argentinos recuperamos la esperanza. Con Kirchner en el 2011 vamos a ir construyendo juntos la Patria que soñamos.Kirchner y Cristina hicieron una correcta lectura de las derrotas de la 125 y del 28 de junio. No había que claudicar ante las exigencias de los grupos concentrados de poder financiero, sino profundizar el proceso nacional, democrático y social.No son tiempos para tibios, ni para acomodaticios. Nuestra hora esta signada por el desafió nacional popular revolucionario de dar cuenta de esta oportunidad histórica, donde el Pueblo ha dado muestras de que estará presente si se lo convoca para profundizar el proyecto nacional latinoamericano de la Patria Grande. Planteando como Pueblo la necesidad de profundizar, construir la fuerza político social propio y los cuadros políticos militantes de organización.El bicentenario nos convoca a recoger las banderas de todos aquellos que lucharon por la liberación nacional en estos doscientos años, dando continuidad a su epopeya liberadora.Es la hora de la política, la hora de la militancia.La militancia es conciente de la necesidad de la construcción de una fuerza política que impulse el proceso.En esa idea de unidad en la diversidad nos encontramos militantes con historias y prácticas diversas, pero unidos en el objetivo de pensar la Patria que queremos y que vamos a ir construyendo de cara al bicentenario de la independencia, el 9 de julio de 2016.Estos puntos son un aporte para la reflexión y debate con todos los grupos, organizaciones, movimientos y sujetos políticos con los que aspiramos a conformar todos juntos la tendencia revolucionaria del proyecto nacional, popular y latinoamericano.
Trabajo como derecho para todos El trabajo dignifica la persona humana. La desocupación ha sido el gran flagelo que mantuvo de rodillas a nuestro Pueblo durante el apogeo del neoliberalismo. Este Pueblo -que se puso de pie-, tiene que conquistar una cuestión fundamental, EL TRABAJO COMO DERECHO. Será la capacidad que tengamos de poner la impronta de los trabajadores en el Estado lo que consiga que este derecho esté garantizado por la estructura del propio Estado.Y este trabajo para todos ha de conjugarse con un salario digno, no sólo porque el pleno empleo eleva los pisos salariales, sino también porque la organización de los trabajadores hace que se vaya discutiendo en paritarias que parte se queda en el bolsillo de los que verdaderamente producen la riqueza de una Nación. Estamos convencidos de que LOS TRABAJADORES SON CABEZA Y COLUMNA VERTEBRAL DE CUALQUIER PROCESO DE CAMBIO SOCIAL.Vivienda digna para todos los que habiten este sueloLas condiciones de vida hacen a la justicia social. Que cada hombre y mujer que habite nuestro suelo no pueda tener un techo digno en donde cobijar a su familia es una deuda pendiente. Se ha avanzado con la construcción de cientos de miles de viviendas. Tenemos que convertir a la construcción de las millones que faltan, en una política de Estado facilitada por créditos hipotecarios diferenciales, mayor participación de cooperativas de trabajo en la construcción, etc.La construcción de viviendas tiene la capacidad de activar la economía interna y da trabajo directo e indirecto. Sistema impositivo progresivoUn injusto y regresivo sistema impositivo fue impuesto por el neoliberalismo financiero global. Los que menos tienen son los que más pagan (en relación a sus ingresos) principalmente a través de ese gran impuesto al consumo que es el IVA. Establecer mecanismos para acabar con la evasión y elusión impositiva de los grandes capitalistas e ir bajando paulatinamente el impacto de los impuestos al consumo en la canasta familiar para los más humildes (sin que la lisa y llana eliminación del IVA sea absorbida por los comerciantes y formadores de precios mediante el recurso de la inflación) es uno de los grandes desafíos para una economía nacional y popular.
Nacionalización de los recursos naturales.En los 90 se privatizó enajenando los recursos nacionales. El Estado Nacional debe ejercer la soberanía sobre hidrocarburos, minería, agua, bosques, pesca, recursos paisajísticos (que corresponden a esa actividad económica que es el turismo), biodiversidad, espacio aéreo, etc. No estamos diciendo que alcance con que los recursos estén en manos del Estado, sino que es preciso que éste garantice que esos recursos estén al servicio del conjunto del Pueblo. Y no de manera abstracta, sino con un plan estratégico de aprovechamiento en beneficio de las mayorías. Muchos de estos recursos naturales serán el marco de futuros conflictos con los países centrales. El Estado debe recuperar el ejercicio pleno e integral de la soberanía sobre todos estos recursos para poder afrontar tales batallas. Medios de comunicación en manos del puebloLos medios de comunicación audiovisual tienen una fuerte penetración en todos los sectores sociales y son en la actualidad uno de los grandes aparatos ideológicos de construcción de sentido de realidad política y de imposición de formas de consumo y prácticas de relaciones humanas. La gran batalla cultural se libra en el terreno virtual que el monopolio mediático Clarín-Vila-Manzano impone y debemos recuperar que la Calle vuelva a ser el terreno de la política.Hoy esos medios de comunicación masiva están concentrados en un puñado de monopolios-mediáticos que juegan fuertemente su partida política. La Ley de Medios de la democracia fue una decisión política clave de cara a esa batalla política y político-ideológica. Pero ella no fue un punto de llegada sino que es un punto de partida. No tenemos que luchar sólo por reglamentarla, por implementarla y por desarticular el monopolio mediático para recuperar los medios de comunicación, sino también por construir los medios de comunicación en manos de nuestro Pueblo. Federalismo económico, político y culturalEl proyecto neoliberal del país para pocos destruyó sistemáticamente las economías regionales. Las economías locales se hicieron deliberadamente inviables, con los consecuentes empobrecimientos y desarraigo de las poblaciones más jóvenes hacia los centros urbanos en búsqueda de oportunidades. Se destruyó el medio ambiente al subordinar las zonas cultivables al proyecto financiero mono exportador de materias primas con paquetes tecnológicos de intensiva extracción de nutrientes y uso extenso de agro tóxicos. El avance de las zonas sojeras destruyendo los montes nativos y desplazando violentamente a los pueblos originarios de la tierra es el ejemplo más drástico de esto. La existencia de una estrategia de desarrollo regional con respeto a la naturaleza y a las personas que viven en y de la tierra es fundamental para construir una ARGENTINA ECONOMICAMENTE FEDERAL. El federalismo no es defender los privilegios y beneficios de un puñado de oligarquías locales sino un proyecto nacional integrado económicamente con justicia, haciendo que “DIOS DEJE DE ATENDER EN BUENOS AIRES”.Un país federal es nuestra forma de proyecto nacional. El país federal se construye desde lo económico, pero también desde lo cultural, lo político, lo social, las comunicaciones, y sobre todo desde la construcción de las decisiones.
Construcción de un Estado plurinacional sudamericano.Nuestra América tiene una raíz común. Nos liberamos juntos del yugo español, nos balcanizaron las oligarquías aliadas al imperialismo británico. El sueño de los libertadores como San Martín y Bolívar en el bicentenario vuelve a ser bandera vigente. En el camino de la integración se han puesto muchos mojones MERCOSUR, COMUNIDAD LATINOAMERICANA DE NACIONES y ALBA UNASUR son sólo algunos. La integración real tiene que exceder lo económico que sigue siendo balcanización; tiene que ser integración para la unidad de los Pueblos de nuestra América. Hay romper el orden jurídico, político y social de la dependencia uniéndonos en un Estado justo. ESTAMOS HABLANDO DE UN GRAN ESTADO PLURINACIONAL SUDAMERICANO.Sistema de defensa continentalLas Fuerzas Armadas, con la doctrina de la seguridad nacional, llegaron a ser prácticamente un ejército de ocupación en los países latinoamericanos. Las oligarquías locales lograron consolidar la fuerza propia del Estado como brazo armado del imperio. Es imprescindible integrar a las Fuerzas Armadas en un proyecto nacional-continental liberador, dotándolas por ejemplo de hipótesis de conflicto en torno a los recursos naturales. Necesitamos unas fuerzas armadas que no tengan absolutamente ningún tipo de rol en la seguridad y represión interior; que estén con funciones específicas en el desarrollo del país, pero además que los conflictos estén centrados contra el imperialismo financiero que amenaza nuestras riquezas naturales con sus públicos planes estratégicos, y no contra los pueblos o países limítrofes. Es preciso construir una doctrina de defensa de la soberanía continental. Unas fuerzas armadas sanmartinianas tienen como objetivo estratégico la liberación de nuestra América. Se trata de recuperar ese espíritu del miliciano ejército de San Martín, como también de los oficiales nacionalistas e industrialistas como Mosconi, Savio, Baldrich, y el propio Perón. Construir herramientas económicas de independencia sudamericanaEl proceso de integración sudamericana requiere de instrumentos de naturaleza económica que garanticen la independencia respecto de las herramientas de dominación financiera del capital transnacional. El proyectado Banco del Sur y el Fondo del Sur son algunas de estas herramientas que pueden fortalecer la autonomía continental contra los embates especulativos y los intereses imperialistas. Tener una fortaleza económica mayor que la reserva con que cuenta cada uno de los países de Nuestra América, nos hace menos vulnerables, pero al mismo tiempo sin que se transforme en un elemento que obstaculice el ejercicio de la autonomía de la decisión monetaria en beneficio de los países más grandes de la región (tal como ocurrió muchas veces en el proceso de integración económica europea).
Puntos estratégicos
REAFIRMAR LO HECHO EN ESTE PROCESO POLITICOBANCAR A NUESTRO GOBIERNO POPULAR.Las fuerzas reaccionarias quieren restaurar el orden del privilegio establecido en el apogeo del neoliberalismo. Nosotros no sólo bancamos frente a los gorilas destituyentes de siempre a nuestro gobierno nacional y popular conducido por Cristina Fernández, sino que también estamos orgullosos de todo lo hecho en estos años.Nosotros definimos claramente nuestro lado de la cancha es junto al proceso político que conducen Kirchner y Cristina, que transformando la política nacional, generó las condiciones para el despliegue de un movimiento popular que aun está en construcción. CONSTRUIR LA FUERZA POLÍTICA NECESARIA PARA PROFUNDIZAR EL PROCESO Sin el protagonismo y la movilización de las masas no existe transformación posible. Algunos de los grandes hechos que fueron puntos de inflexión en nuestra historia fueron constituidos por la movilización directa de nuestro Pueblo. El 17 de octubre de 1945, el mayo y septiembre de 1969, y el 20 de diciembre de 2001, son algunos ejemplos. Nos referimos concretamente a que: sin la organización de las grandes mayorías del Pueblo no se pueden ganar las batallas fundamentales contra los enemigos de la Patria.La espalda para construir una sociedad más justa no la constituye el acierto en tal o cual política de un funcionario técnico ilustrado, sino la fuerza social comprometida con reivindicaciones concretas y movilizada para poner al Estado al servicio de esas necesidades. Sin un pueblo organizado para imponer una política pública que garantice en lo concreto los derechos conquistados, esos derechos no se materializan. Esa organización popular se tiene que dar con vocación movimientista y frentista. No se puede alcanzar la liberación sin un movimiento nacional y popular, y un frente nacional de liberación en marcha.
Nuestro aporte al proceso, en tanto militantes comprometidos con la causa, es organizar a aquellos que quieren profundizar y extender las fronteras del proceso.Se hace imperiosa una revaloración de la militancia como un modo de hacer política, cuyas bases son el proyecto colectivo, el impulso del protagonismo popular, la mística en la construcción de la fuerza política, la relación cara a cara con los hombres y mujeres de nuestro Pueblo. Es imposible ganar la adhesión del Pueblo y su compromiso en la construcción de un proyecto nacional sino ganamos la batalla cultural. Y esto no se hace blandiendo la moderación como bandera, sino resignificando el proyecto nacional en términos de epopeya histórica que incluya a aquellos capaces de soñar una Patria Grande más justa, más libre, más soberana. Se hace imperiosa la construcción de la fuerza que impulse este proceso. La profundización no es un discurso, sino un avance concreto sobre intereses económicos y sociales de los privilegiados que no se han de resignar alegremente a perderlos. Los sectores imperiales-oligárquicos han dado siempre batalla frente al avance popular. Hoy como ayer, la están librando mediante expresiones económicas, mediáticas y políticas tanto las abiertamente embanderadas, como las funcionales. Pero la respuesta a la misma no puede ser sólo la defensa cerrada de lo hecho, sino enarbolar la bandera de la Patria que queremos construir. La elaboración de una estrategia de tendencia, que sea capaz, al mismo tiempo, de ser capaz para compensar las contradicciones secundarias de este proceso (contrabalanceando las opciones más conservadoras que juegan dentro el kirchnerismo), para poder avanzar en el impulso de un programa revolucionario que cargue contra las fuerzas reaccionarias que apuestan a golpear y desestabilizar a este gobierno. Para ello es tarea de la militancia construir la tendencia revolucionaria de este proceso. La misión de los Kirchner es construir, como dice Cristina, mayoría política. La misión nuestra es defender lo alcanzado y construir la espalda para ir por más, para avanzar. La fuerza política de la tendencia revolucionaria se construye si tenemos clara la contradicción principal: Liberación o dependencia.
LA NECESIDAD DE PONER EL ESTADO EN MANOS DE LA MILITANCIA Y LOS TRABAJADORES EN GENERAL, DESPLAZANDO LA TECNOCRACIA .La clave de cualquier proceso de liberación es un movimiento nacional y popular en marcha, que ponga al Estado Nacional a ser constructor de un proyecto liberador. La tarea de la militancia es conformar la tendencia revolucionaria que ha de ser el motor estratégico del movimiento.El Estado debe resolver los conflictos a favor del pueblo y estar al servicio de la organización popular.Se trata de que el Estado se pinte de pueblo, de cabecita negra, que se pueble de Evitas y de Che. Cuando el pueblo entra al Estado rompe la lógica del palacio. Las instituciones entraran necesariamente en crisis, cuando el estado se ponga enteramente al servicio de la construcción de una Patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
En la ciudad de San Miguel de Tucumán 9 de julio de 2010.
Emilio Persico y Chino Navarro (Movimiento Evita); Quito Aragon (Corriente Nacional Martín Fierro); Marcelo Koenig (Movimiento Peronista Revolucionario); Pacha Velazco (CNP 25 Corriente Nacional y Popular 25 de mayo); Gastón Arizpe (Movimiento Octubres); Héctor Gallego Fernández (Peronismo Militante); Juan Cruz Dafunchio (Movimiento Aníbal Verón); Andrés Larroque (La Campora); Mariana Grass (Movimiento Bicentenario); Agustina Albistur (Perukas); Luis Vivona (Agrupación Pueblo); Pata Alvarez (Organización La Hora de los Pueblos); Luis Caro (Movimiento de Fabricas Recuperadas); Movimiento Andresito, Juan Miguel Gómez (JP Descamisados); Walter Formento (ENPL- Encuentro Nacional Popular Latinoamericano); Lorena Pokoik (Corriente Peronista German Abdala), Lito Borello (Organización Política y Social Los Pibes); Omar Furlan (Agrupación Evita Compañera); Marcelo Yaquet (Corriente Política 17 de Agosto).
4.7.10
La definitiva muerte de un caudillo

–¡Ey, Juan! –saludaba con la mano en alto, exagerada. Y hacía el gesto de la V. Después de Juan nombraba a Pedro y luego podía ser a José. No importaban los nombres porque ninguno existía, era la forma de su escenificación política, la construcción del caudillo, los gestos personalizados con los que nunca miraba a los ojos como si se presentara ante seres que están muertos.
Juárez tenía 94 años. Murió el viernes a las 22.15 en el sanatorio San Francisco de la capital santiagueña. Estaba internado desde el lunes con un cuadro de neumopatía que se agravó en los últimos días. Ayer sus restos fueron velados e inhumados. El gobernador Gerardo Zamora dispuso tres días de duelo y ordenó que se le rindieran honores con una guardia de Patricios santiagueños.
El caudillo santiagueño había muerto políticamente mucho antes que el viernes. Murió el 1º de abril de 2004 cuando el gobierno federal intervino Santiago del Estero. Los crímenes de Leyla Bshier y Patricia Villalba, las dos jóvenes conocidas como las muertas de La Dársena habían logrado sacar a un puñado de personas a la calle con el reclamo de justicia. Por entonces, Mercedes Aragonés de Juárez, Nina, su segunda esposa, gobernaba la provincia. El ex comisario Musa Azar, encargado del servicio de Informaciones durante la dictadura, era el jefe de policía de los Juárez y el dueño de aquel zoológico del espanto donde se decía que habían destripado a las chicas. Detrás de los cuerpos de las muertas, de las marchas del silencio, se levantaron los ex detenidos de los años de la dictadura como fantasmas que se animaban por primera vez a ver la luz. Con ellos salieron a la calle los perseguidos políticos de esos años que deambulaban en las cuevas de una democracia que mantenía vigilada a la oposición, y a los aliados, a fuerza de extorsiones y un archivo con 40 mil expedientes secretos. Juárez llevaba cumplidos cinco mandatos propios y más de cincuenta años a cargo del poder real en la provincia. Terminó sus días en el gobierno con un arresto domiciliario y una causa por la desaparición de trece personas durante la dictadura que todavía no está cerrada.
Había nacido el 16 de febrero de 1916. Era el hijo menor de una familia de clase media. Su padre, un profesor respetado, lo había criado junto a sus tres hermanos, Nicolás, Raúl y María. Carlitos pasaba horas leyendo. En una tierra, en la que sesenta y seis por ciento de la población no sabía escribir, Juárez devoraba los clásicos. “Yo soy un hombre serio y severo porque mi padre me educó en la severidad, en una formación muy controlada”, decía cuando reinterpretaba su infancia. Nunca contaba en cambio de su legado materno. Doña Elvira López era religiosamente mística. Solía usar un látigo de tres puntas convencida de que “la letra con sangre entra”. Antes de casarse, Juárez padre abandonó las reuniones en la Logia Masónica a pedido de su futura esposa que lo hizo acercarse a las milicias católicas. La pareja ceñía sus cuerpos con cilicios como Carlos Arturo iba a ceñirse más tarde a los destinos de la cruz en la Acción Católica y como más tarde iba a ceñir los destinos de la provincia.
En la década del ’40, se casó con María Luz Marqués Medrano. Poco después llevaba un traje oscuro, chaleco, una corbata negra y en la manga una cinta también negra en señal de luto. Había pasado casi 24 horas en silencio, con el cansancio acumulado de los últimos meses de la enfermedad de su hijo, el primero, su único hijo varón: Carlos Arturo Juárez hijo murió a los nueve meses de edad por una invaginación intestinal, un segmento del intestino del niño se había metido en otro lado del cuerpo. Los santiagueños hablan de aquella muerte como de un gualicho, algo que terminó marcándole la vida.
Juárez ya era gobernador. Había asumido en 1948. Era el gobernador peronista más joven. Iba y volvía a Buenos Aires. Y para entonces, las camisas y las ropas íntimas volvían con las manchas de rouge de Nina. Juárez tuvo otras dos hijas con aquella mujer. Se separó. Pero no volvió a verlas a pedido de Nina.
Para entonces, también dejaba marcas en la política. En 1948, el candidato a gobernador no había sido él sino Oreste di Lulo, uno de los intelectuales más respetados de Santiago, recuerda Luis Alem, subsecretario de Derechos Humanos de Nación, ministro de Justicia durante la intervención a la provincia. Di Lulo llegaba como producto de una fórmula de consenso avalada hasta por los radicales que habían decidido acompañarlo, pero querían elegir la lista de diputados. Cuando las listas se estaban cerrando llegó un supuesto telegrama de Perón con el nombre de los diputados. Di Lulo renunció y la candidatura quedó en manos de Juárez. La historia santiagueña le adjudicó a Juárez aquel tipo de tretas que aparecen una y otra vez como reflejo de un modo de construcción política. En 1973 volvió a suceder algo parecido. Arregló su candidatura con los cuadros de la democracia cristiana que habían cogobernado con la dictadura. Armó una fórmula contra López Bustos, el candidato de Perón. Le ganó, pero el detalle, recuerda Alem, es que para hacerlo se quedó con el sello del partido.
Después del golpe, Carlos Juárez se escondió en Buenos Aires. A comienzos de agosto de 1977, Nina quedó detenida. En septiembre, él le escribió al represor Jorge Olivera Rovere una carta poco conocida. Ambos se habían conocido en los años de la Revolución Libertadora. En 1973, Juárez lo ayudó con un ascenso.
“Recordado amigo Jorge”, escribió Juárez. “Por autoconvicción rehúso molestar a los amigos, salvo que una situación de real emergencia lo demande con imperio. Quizá sea la autoconsciente forma de evitarme desilusiones. Sin embargo, mi amargura ha llegado a extremo tal ante la persecución villana que desde hace casi un año y medio se ejercita contra mi esposa. Es por eso que he adoptado la decisión de escribirte con la franqueza que siempre hemos tenido entre nosotros para pedirte de poner término a esta implacable e inicua situación...”
Y agregó: “... Y yo, disculpame que me despoje de modestia para decirte con publicadas estadísticas que realicé en todas las áreas diez veces más que todos los gobiernos juntos en los últimos veinte años (...) Mi provincia ha sido la única en la que no pudo actuar la subversión. Más aún la única provincia en la que después del cambio no se encontró células organizadas, campamentos de adiestramientos o depósitos de armas, como elementos de prueba en la acción disolvente. ¿A qué se debió tan extraña circunstancia, máxime teniendo en consideración que estaba circundada en sus límites por un activo y agitado cerco subversivo? Simplemente a que allá si se combatió con capacidad y en forma efectiva las causas generadores de la subversión. (...) Nuestra amistad nos llevó a la entrega de cuitas, que solamente se confían a los amigos de verdad. Por ello eres tú el único que conoce mi opinión sobre el vacío de conducción que padecíamos, mis esfuerzos y diligencias afrontando los riesgos consiguientes para encontrar una salida que solucionara institucionalmente este vacío. Tú fuiste mi confidente y puedes dar fe de todo ello. Puedes dar fe o callar...”.
La carta estaba fechada en Buenos Aires, pero Juárez ya estaba fuera del país. Una versión habla de un acuerdo político con Mario Roberto Santucho para no operar ni que lo operaran dentro de Santiago y según esa versión eso disparó el encono personal de Luciano Benjamín Menéndez con Juárez.
Juárez volvió a gobernar Santiago entre 1983 y 1987, 1995 y 1998, y 1999 y 2001. En 2002 lo reemplazó Nina. Cuando el gobierno nacional decidía la intervención, buscó a su amigo Eduardo Duhalde. Un secretario llamó equivocadamente a la Secretaría de Derechos Humanos. Pidió por Duhalde. Al que lo atendió, le dijo: “Necesito hablar con mi amigo, acá quieren echarme”.
El viernes murió por última vez. A lo mejor se sumó al país de sus muertos.
2.7.10
Compañero Quito Aragón

1.7.10
Las muertes del General

Había pensado en no escribir nada para esta fecha, dejarla pasar, recordar la partida del general en silencio. Después de todo, el 1º de julio se recuerda la muerte oficial de Perón, pero el general viejo y cansado que se iba para siempre, había muerto ya tantas veces.
Una parte de el se fue con Eva, seguro. ¿No notaron que sus ojos brillaban con melancolía después del fatídico 26 de julio?
Lo volvieron a matar con cada uno de los descamisados que cayó bajo las bombas asesinas del 16 de junio. Con cada pibe de ese colectivo calcinado.
Murió ese septiembre del 55, cuando en un acto de grandeza, no quiso que se derramara más sangre argentina sobre este suelo bendito, y con cada bala que recibieron, heroicos y valientes, el General Juan José Valle y sus patriotas, en defensa de la patria.
Con cada fusilado que se negaba a olvidar la Argentina plena de trabajo y dignidad, por cada militante que cayó luchando por el retorno de la democracia.
Hasta ese viejito que la historia disfraza de bueno lo mató un poco, cuando frustró su regreso al país, haciendo volver su vuelo desde Brasil.
¡Tantas veces, en España, habrá muerto! Viendo obras colosales demolidas por el odio, no a él, a lo que representaba; los humildes y trabajadores de su patria.
Murió en el salvaje odio de Ezeiza, con cada compañero caído, y con cada mentira contada, después, para disfrazar los hechos.
No alcanzó con tantas muertes, el odio seguía latente, lo dejaron sin manos, le robaron su sable; lo volvieron a matar con cada muerto que se cobró la investigación sobre este aberrante hecho. Una página macabra, tanto como el vergonzoso destino del cuerpo de Evita.
La última vez que lo vi morir, lo llevaban a su morada final. Pero los medios solo mostraron los tiros y la sangre. Nadie mostró el camino bordeado de aquellos militantes que fueron a saludar al viejo general.
Murió con cada traición, y volvió tantas veces cómo lo mataron.
Estoy convencida que la única muerte posible es el olvido, la única definitiva e inapelable, la que no tiene retorno. Por eso, finalmente, decidí recordar al general a 36 años de lo que los ilusos suponen, que nos dejó para siempre, pero él sigue con su blanca sonrisa y su guiño cómplice dándonos sus magistrales clases sobre política desde los libros, los viejos y enormes discos, los casetes, los discos compactos y ahora los DVD. Nadie pudo bajarlo de su caballo pinto ni del perpetuo amor de su pueblo. Él sigue siendo el único general del pueblo.
Agrupación Arturo Jauretche